jueves, 17 de septiembre de 2015

De pronto

De pronto, todo el mundo apellida como tú.
De pronto, todos huelen como tú.
De pronto... La vida decide recordarme que existes pero que no estás aquí.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Insomnios Telefónicos

Una mezcla de emoción, excitación, algarabía e incertidumbre atacan mi cabeza y estómago cuando te escribo, qué decir de cuando te veo, te huelo y te siento.

No logro descubrir exactamente que lo provoca. No sé si es tu sonrisa pervertida, tus cejas señalando pregunta más no respuesta o tú distancia, la forma en la que esquivas mi cercanía, mis intenciones y mis ganas.
  


El ambiente siempre inicia tenso, con intentos torpes  de conversaciones gastadas y típicas, con dramas tuyos e incoherencias mías... hasta que sincronizamos, engranamos y empezamos a funcionar, sabiendo que el final no es próximo ni claro, pero qué más da.

Quiero que sepas que te presto mucha atención cuando hablas junto al desesperado intento de sacar de mi mente la infinidad de veces que he te visto desnudo, como tu cuerpo es tan distinto a como lo había imaginado y como tus besos proyectan otro tú. Por eso sonrío siempre, por eso me sudan las manos más que de costumbre, por eso me sonrojo seguido y me porto como una niña avergonzada.

Giran, además, todas las veces que me has hecho reír con tus genialidades y tus tonteras, todas las veces que me hiciste feliz por un instante. Y mi pérdida en un mundo paralelo de recuerdos y fantasías termina cuando una sola pregunta me regresa a la realidad: ¿Por qué aún no me haz dejado?

martes, 1 de septiembre de 2015

Alma Verde

Te he dicho un par de veces que quería escribir para ti y creo que no he logrado convencerte. Es difícil, vaya que lo es, sentarme a sólo imaginarte. 
Dentro de mi cabeza he formado un idea de ti y de tu forma de hablar. Del color de tu cabello al sol y algún tic nervioso. Lo tienes, muerdes tus uñas pero no se si por angustia o emoción. He visto tus manos... Uy tus manos. Aquellas que cargan día tras día encendedores de colores cargados con gas. 
Me pregunto si llevas el olor impregnado en los dedos, en tu ropa, en la piel. Imagino tu voz y tu sonrisa. Así como tu personalidad y tu forma relax de vivir. 
Me pregunto si llevarás algo más contigo, algo que te una aquí, que te haga sentir acá aunque tu cabeza y cuerpo estén allá. Si tienes algún color favorito, Rojo como tu fuerza? Azul como tu serenidad? O verde ...como tu alma.