lunes, 20 de julio de 2015

Es uno de esos días que no sólo me levanté con el pie izquierdo, mi lunes llegó acompañado con un humor de mierda. 

Estoy cansada, mi mala suerte me ha agotado notablemente y después de mi episodio de histeria, decidí que no quiero nada.

No quiero despertar temprano.
No quiero banarme, no quiero sentir frío a las 6 am.
No quiero tomar micro.
No quiero trabajar en algo que apenas me gusta.
No quiero adivinar que hay para almorzar.
No quiero hacer amigos.
No quiero salir con alguien. Intentar ser agradable y no intensa, sonreirle, reirme de sus bromas, pagar mi café. 
No quiero ser su mujer ni quiero que sea mi hombre.
No quiero quererlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario